Hoy es domingo. Y mañana lunes. Eso no falla, de momento.
No sé por qué los domingos son días que invitan a la morriña, a la pereza, a añorar al ausente, a preparar la mochila para toda la semana. Lo malo del domingo, sin duda, es saber que faltan cinco días para que llegue el viernes. Lo peor del domingo es saber que cuando llegue el próximo estarás pensando lo mismo.
Propongo una copa de Oporto, esta versión de Love is a losing game
http://open.spotify.com/track/7itkDorwUcVBt8n8aQfpFH
y un poco de poesía
Enamorarse y no
Cuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido,
la desdicha se llena de milagros,
el miedo se convierte en osadía,
y la muerte no sale de su cueva.
Enamorarse es un presagio gratis,
una ventana abierta al árbol nuevo,
una proeza de los sentimientos,
una bonanza casi insoportable,
y un ejercicio contra el infortunio.
Por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba,
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
Mario Benedetti
Con todo esto ya completamos el domingo. Si ha de ser un asco de día, que lo sea comme il faut.
Lo que dice un premio Nobel: ¿Homeopatía? ¡Basura!
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Sí. Lo sé. No está bien que precisamente en este blog hagamos uso de la *falacia
ad verecundiam* (o de autoridad), pero que quieren que les diga. Voy a
pr...
Hace 10 años
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