domingo, 22 de noviembre de 2009

Mentiras vs engaños

A menudo utilizamos estas dos palabras como sinónimos. Y no lo son, no exactamente. Según la RAE, mentir es
Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa
mientras engañar sería
Dar a la mentira apariencia de verdad; Inducir a alguien a tener por cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y fingidas.
Mentir mentimos todos, y quien diga que no, miente. House dixit. Mentimos desde el "Buenos días" a la vecina insoportable del quinto, mentimos al sonreir al compañero de trabajo por un comentario que él cree gracioso, y así seguimos todo el día hasta que nos vamos a dormir. Son mentiras sociales, admitidas por todos, que facilitan la coexistencia, que no convivencia. Mentiras blancas.
Pero engañar lleva implícita mucha más mala leche que mentir. El engaño es más elaborado, más meditado, y justo eso, el tiempo que se invierte en su maquinación, es lo que marca la diferencia con la mentira. Una mentira se te puede escapar, un engaño no.

Y después de haber estado un rato pensando sobre estos conceptos, aún no sé ponerle nombre a lo que me pasó el pasado mes de agosto. Aún no sé si fue mentira o engaño, propio o ajeno.

2 comentarios:

  1. Es verdad... somos unos mentirosos, aunque sean mentiras inocentes(que a veces no lo son)!
    Saludos! =D

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  2. Cuenta lo que te pasó, que si no nos quedamos intrigados en las puertas del morbo!

    Por cierto, ya te miras los mensajes directos del twitter? Te llegó lo de la twittbarna?

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